sábado, 19 de octubre de 2013

"Justicia"

"Se oye un llanto,
es un llanto sutil, apenas perceptible,
sólo se oye si agudizamos bien los oídos,
sólo si apagamos la televisión, el coche y el microondas
y las fábricas están paradas,
sólo si nos limpiamos bien el tapón
que los humos,
el egoísmo,
el estruendo,
los gritos
han formado en nuestro oído,
sólo si escuchamos de forma que el sonido llegue desde la oreja al corazón...
es el llanto de los niños que comen balas en lugar de fruta,
que tienen hambre,
que tienen miedo,
que quieren ir a la escuela,
jugar
y ser niños,
es el llanto de las madres que no pueden dar de comer a sus hijos
porque sus pechos están secos,
es el llanto de los árboles, de los ríos, de los mares que están muriendo corrompidos,
es el llanto de los animales en peligro de extinción,
es el llanto de los ancianos que echan de sus casas,
es el llanto de la Tierra que clama justicia."

Libertad Sanchez Martinez 

viernes, 18 de octubre de 2013

Boletín critico anarquista N°1


Descarga: Boletin Chenque Negro N° 1

Carta de Vanzetti a los trabajadores Argentinos.


Cárcel de Dedham, Massachusetts, 1927.

Nosotros deseamos decir a los compañeros, a los amigos, al pueblo argentino, que sabemos cuán grande, sublime y heroica es su solidaridad hacia nosotros.
Sabemos que habéis dado el pan y el reposo vuestro, vuestra sangre y vuestra libertad por nosotros. Sabemos que hubo quien dió su vida por nosotros.

Vuestra solidaridad generosa nos reafirma en la fe anárquica y humana. Vuestro sacrificio heroico, nos hace sangrar el corazón, mas nos sostiene el ánimo dándonos la certeza de una victoria final del proletariado.

Nosotros saludamos a quien lucha por nosotros; a quien está preso por nosotros; a quien ha muerto por nosotros.
Compañeros: amigos, Pueblo de la Argentina: nosotros morimos con vosotros en el corazón.
Y que ninguno de vosotros se desaliente, que ninguno vacile, que ninguno pierda el ánimo, cuando os llegue la triste nueva de nuestra muerte; que ella no os espante.
La vía de la libertad, que es la vía del progreso y de la justicia, está empañada de sangre, sembrada de fosas. Solo los fuertes la pueden recorrer. Vosotros sois fuertes. Dos caídos más: ¿Y qué? Otros ocuparán nuestros puestos, más resueltos y numerosos que nunca. En alto los corazones: ¡viva la anarquía y la revolución social!
Y recordaos de cuanto queremos deciros: el enemigo nos quiere muertos, y nos tendrá muertos para defender el privilegio y la tiranía, para humillaros, para acobardaros, para venceros, destruiros y encadenar los pueblos al carro de su esclavitud. El enemigo se ha embriagado con el llanto de nuestras mujeres, de nuestros viejos y de nuestros niños. Nos ha torturado, átomo por átomo, insultado, escupido, clavado, befado, empapado los labios de hiel y vinagre y, finalmente, ofrecerá a Mammón el humo de nuestras carnes maceradas y maltrechas.
Y este mismo enemigo clava sus inmundos tentáculos en la carne de todos los pueblos de la Tierra, prepara el más grande militarismo del mundo y se apresta a esclavizar la entera humanidad.
Hay que aplastarle la cabeza.
El pasaría de buena gana sobre los cuerpos de los rebeldes, de los revolucionarios y de los libertarios: él se prepara a pisotear a la humanidad.
Los caídos, todos los caídos, deben ser vengados. ¡Guay si no lo son!
Nosotros os enviamos un abrazo fraterno y el saludo augural.

Bartolomé Vanzetti.